HIDROCEFALIA EN PERROS (2ª PARTE). DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Este es el segundo artículo de una seria de dos, en que te contamos de la mano de Ane Uriarte, que es la hidrocefalia en perros, causas de su desarrollo, como se presenta así como el diagnóstico y tratamiento clínico a realizar.
Autora: Ane Uriarte
Dip ECVN, DVM, MRCVS, RCVS Recognized specialist in Neurology, EBVS, Especialista Europeo en Neurología Veterinaria
Diagnóstico de la hidrocefalia en perros
El método más fiable y extenso para el diagnóstico de la hidrocefalia en perros y su causa es la resonancia magnética (RM).
Un examen tomodensitométrico (TM) nos va a permitir observar el sistema ventricular dilatado sin poder aportar mucha información respecto a la razón de esa dilatación o el estado cortical. Debemos recordar, que muchos de estos animales presentan más de una malformación congénita cerebral/cervical, y es la RM la manera más exhaustiva de estudiar estas.


Tratamiento de la hidrocefalia en perros
El tratamiento definitivo de hidrocefalia en perros es la cirugía. El problema que se nos plantea, es elegir el mejor momento para aportar una mejora clínica relevante al paciente, ya que ciertos animales pueden desarrollan una vida confortable con pocos o ningún signo clínico o evolución.
- Tratamiento médico: Los tratamientos médicos disponibles para reducir la producción de LCR son pocos y el uso de estos no suelen mejorar de manera significativa los síntomas clínicos: corticoides (dosis anti-inflamatorias) y diuréticos. En caso de crisis convulsivas, se debe instaurar inmediatamente un tratamiento antiepiléptico.
- Tratamiento quirúrgico: El tratamiento quirúrgico es el único tratamiento que va a parar el desarrollo clínico, controlando el aumento ventricular y como consecuencia la degeneración cerebral. El gran dilema es: ¿Cuándo se debe operar? (no muy pronto, no muy tarde) y que tipo de válvula debo utilizar?

Pronóstico de la hidrocefalia en perros
En animales no muy afectados, y que sólo presentan síntomas clínicos (generalmente crisis convulsivas) a una edad avanzada (varios años) el pronóstico es generalmente bueno. Estos animales suelen responder al tratamiento antiepiléptico y en general no suelen necesitar una derivación ventricular.
En casos de hidrocefalia progresiva rápida e hipertensiva, la cirugía es la única opción, pero en la mayoría de los casos los resultados son altamente satisfactorios. El problema en estos casos es más bien económico: las válvulas son caras y van a necesitar probablemente una revisión en algún momento.

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